Paul Kirk, un renombrado forense, es conocido por sus contribuciones en el campo de la criminalística y la ciencia forense en general. En cuanto al análisis forense de manuscritos y escrituras, Kirk creía que era una disciplina útil pero difícil, y que debía ser abordada con gran cuidado y precaución.
Según Kirk, la escritura es una habilidad que se desarrolla a través de la práctica, por lo que cada persona tiene un estilo de escritura único y distintivo. Esto puede ser útil en la identificación de un autor desconocido de un documento, pero también puede llevar a problemas si no se toman en cuenta las variaciones normales en la escritura.
Kirk también destacó que el análisis forense de manuscritos y escrituras debe basarse en evidencia científica y rigurosa, y no en suposiciones subjetivas o prejuicios. Además, afirmó que el análisis debe ser realizado por expertos calificados y experimentados en la materia, y que debe estar respaldado por pruebas y metodologías confiables y aceptadas por la comunidad científica.
En resumen, Paul Kirk consideró que el análisis forense de manuscritos y escrituras es una herramienta útil en la investigación criminal, pero que debe ser abordado con precaución y rigor científico para garantizar la precisión y la confiabilidad de los resultados.